Siendo unos niños mis hermanos y yo, acompañábamos a otros niños que pastoreaban, los borregos se iban adentrando poco a poco en los matorrales y nosotros platicando y cantando los seguíamos hasta entrada la tarde, y nos regresábamos por el mismo camino.
En cierta ocasión, dejamos que los borregos nos llevarán hasta donde hubiera agua, pues los que saben de esto, dicen que los animales huelen el agua cuando tienen sed, llegamos al pie de un cerro y cual fue nuestra sorpresa al ver una laguna hermosa, los borregos tomaron agua y nosotros nos sentamos a la orilla contemplando lo hermoso del paisaje, a lo lejos vimos que venía un señor entrado en años de pazo firme para su edad, barba blanca y sombrero en mano, llego hasta donde nos encontrábamos y se sentó al pie de un árbol.
De pronto con voz serena y confiada nos dijo:
-Antes de que se oculte el Sol tendrán que irse de aquí, de lo contrario ya no podrán irse jamás.
Llenos de curiosidad nos miramos todos y corrimos hasta donde estaba aquel anciano de noble mirada, y preguntamos más de tres justo al mismo tiempo.
-¿Porque? que nos puede pasar.
Y nos contestó con gran tranquilidad.
-¿Han escuchado hablar de la Laguna Encantada?
-Si, contesto el mas grande de todos.
-Bien. Esta es la Laguna Encantada, y cuenta la leyenda que al ponerse el sol, sus aguas empiezan a brillar y se ven los siete colores del Arco Iris y todo aquel que ve como va cambiando el color de sus aguas se queda embelesado, y no se da cuenta de como transcurre el tiempo y cuando llega la noche de entre sus aguas sale un pájaro con los colores del Arco Iris, brillante y hermoso, y se queda suspendido en el aire, el que lo ve, en su afán de tocarlo, camina y no se da cuenta que se adentra a las aguas de la laguna y se queda encantado para siempre. Nuestros antepasados decían que es un pájaro hermoso y que solo aquel que tenga un corazón noble y puro podrá romper el hechizo de ésta Laguna y su Pájaro, ¿Quieren esperar a que llegue la noche y haber quien de ustedes puede romper el hechizo?
-¡¡¡ Noooo!!! contestamos todos al mismo tiempo, y empezamos a arrear a los borregos para regresar a casa lo más pronto posible.
Nos despedimos que aquel Señor que nunca supimos quien era y regresamos a casa intrigados por tan singular historia, el camino se nos hizo corto por lo entusiasmados que estábamos por tan encantadora leyenda.
Siempre que nos reuníamos para jugar terminábamos hablando de tan maravillosa experiencia e imaginando como podría ser ese hermoso pájaro que se aparece en LA LAGUNA ENCANTADA. (Yo siempre me lo he imaginado así como el de la imagen)
Irma Villalobos.