Existen aquellos que dan de lo mucho que tienen y lo dan a cambio de reconocimiento, y su oculto deseo hace que sus dones sean dañinos, y existen aquellos que tienen poco y lo dan todo. Estos son los que creen en la vida y la generosidad de la vida y su cofre nunca está vacío.
Existen aquellos que dan con alegría y esa alegría es su recompensa; y existen aquellos que dan con dolores y esos dolores son su bautismo; y existen los que dan y no conocen el dolor de dar, ni buscan en ello alegría; no lo hacen por el afán de ser virtuosos; dan como los mirtos en el valle: Aquí y allá, lanzando su fragancia al espacio.
A través de las manos de tales seres habla Dios y desde atrás de los ojos de ellos Dios sonríe sobre la Tierra. Bueno es dar cuando nos piden, pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores; y para el hombre de mano abierta, el buscar al que habrá de recibir, es mayor gozo que el dar.
Y ¿existe algo que podáis retener? Todo cuanto poseéis será dado algún día. Por lo tanto, dad ahora para que el tiempo de dar sea vuestro y no de vuestros herederos.
Jalil Gibrán.
Poeta Libanés.
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