Todas las mañanas cuando salgo de casa, respiro para sentir el aire que nos ha dado Dios para poder vivir. Siento que El esta ahí en cada respiro de vida.
Veo el cielo y le doy gracias por ese azul hermoso con que lo ha vestido; ese azul tranquilizante, y me siento protegida de todo, porque pienso que es su manto el que nos cubre.
Veo los árboles, la naturaleza, todo está como si un pintor les hubiera dado color, diferentes tonos de color verde, y me doy cuenta que ese es un mensaje de Dios que me esta diciendo diariamente: Renuevate, crece, ten esperanza, estas viva y eso es lo que importa.
Al ver y escuchar el canto de los pájaros, le doy gracias a Dios por el privilegio de oír, de escuchar a un pájaro cantar, es como si me dijera: Alégrate, no todo en la vida es malo, ve lo bueno en los demás, mira siempre hacia delante con entusiasmo y alegría.
Y por último veo la cara de mis cuatro hijos, la mirada, la sonrisa de cada uno de ellos, veo a mi madre dándome su bendición.
Y es cuando pienso: No tengo que buscar a Dios en otro lado, Dios está conmigo, porque está en el aire que respiro, está en todo lo que creó para nosotros, en cada mirada y sonrisa de mis hijos y porque esta en la bendición de mi madre.
Dios está conmigo, lo huelo y lo palpo en cada paso que doy.
Irma Villalobos..
Fecha 15-05-13
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